Cuando estamos desarmonizados y nos sentimos frustrados, tristes o ansiosos, funcionamos con dificultad en cualquier terreno. Nos afecta a nivel personal, familiar, social y laboral, pues esa sensación la llevamos dentro. Imagina una máquina, que al no estar engrasada, rueda con dificultad o se tranca.
Asumiendo que al nacer, venimos libres de traumas, desde ese momento, comenzamos a ser programados. Esa programación se va convirtiendo en creencias, y actuamos basados en ellas. Nos encontramos con otras personas que tienen su propia programación y así empieza la inevitable aventura de la vida.
Generalmente rechazamos lo desconocido. Hacemos juicios pues no entendemos que alguien actúe diferente a lo que consideramos “correcto”.
Si nos atrae algo desconocido, puede presentársenos una lucha entre aceptar o no, algo contrario a nuestras creencias. Un conflicto entre lo que nos gusta o necesitamos, y lo que hasta ahora hemos creído es lo que “debería ser”. Esa lucha ocurre sin darnos cuenta, ocurre de forma inconsciente, y causa molestias que no reconocemos, pero que padecemos.
Somos entonces, ROBOTS. Actuamos de acuerdo a una programación y los hábitos nacidos de ella.
Pregúntate ¿cuántas de las elecciones que haces, las haces porque realmente las deseas o por satisfacer a otros o cumplir con patrones establecidos.
Conforme pasa el tiempo, el comportamiento adoptado por un individuo se hace más difícil de cambiar. De allí que quienes quieren entrenar o adiestrar, prefieran niños o jóvenes para hacerlo, pues sus mentes son más flexibles.
Hay personas con creencias tan rígidas, que rechazan toda nueva posibilidad y terminan aislándose y sintiéndose incomprendidos, cuando son ellos quienes no aceptan nuevas posibilidades que le están siendo brindadas.
Somos entonces, ROBOTS. Actuamos de acuerdo a una programación y los hábitos nacidos de ella.
Pregúntate: ¿cuántas de las elecciones que haces, las haces porque realmente las deseas o por satisfacer a otros o cumplir con patrones establecidos.
Que hacer entonces?
Gracias a la comunicación moderna, tenemos acceso a información, programas, técnicas y herramientas, que no sólo nos ayudan a ampliar nuestra conciencia y conocer las raíces de nuestro comportamiento, sino que nos dan la oportunidad de conseguir soluciones a nuestras incomodidades.
Si realmente deseamos sentirnos mejor y descubrir la causa de nuestras incomodidades con nosotros mismos o con los demás, ya no hay excusas. Ahora disponemos de información sencilla y hasta gratis en esta era de la Información.
Te dejo con un par de preguntas:
“Porcentualmente, ¿qué parte de tu vida actual la has elegido libremente? ¿Y qué parte la llevas por seguir una rutina, complacer o cumplir con tu grupo familiar o social?”. Dale un porcentaje a cada una de esas partes .
¿Cuánto de lo que haces está en concordancia con lo que dices?
Ahora decide entre seguir siendo ROBOT o actuar libremente.
Isbelia Belloso, IHCA-MC www.SanandoDesdeElCorazon.com