
Podemos empezar hablando de bienestar emocional, enfrentándonos en pleno siglo XXI a una desalineación entre educación, la forma en que administramos las organizaciones y los nuevos seres humanos.
La educación que tenemos hoy en día es del siglo XVIII, el sistema organizacional con administración es del siglo XX con líderes capataces y los seres humanos son del siglo XXI donde se ha comprobado científicamente que en el ADN desde los Millennials hasta el día de hoy, tienen puntos activos en el ADN que otras generaciones no tienen o no tenían.
Cuando hablamos de Felicidad, hablamos de cómo hago yo para sentirme bien, conectándome con el compromiso sin descuidar el propósito organizacional y el propósito individual. Hoy en días las organizaciones le están dando mucha más importancia a los valores que satisfagan las necesidades emocionales, mentales y hasta espirituales (la trascendencia del ser) de cada individuo. Gracias a las nuevas generaciones, las empresas y líderes han vuelto a poner como centro de atención al ser humano, su realización personal, y su satisfacción al trabajar dentro de la organización, con el fin de alcanzar los resultados esperados pero a través de un liderazgo más humano, enfocado principalmente en las personas como pieza fundamental del éxito organizacional.
Por otro lado, cuando hablamos de felicidad, para no referirnos a un tema banal, es mejor hablar de bienestar, donde podemos ser más profundos, aunque esto implique un grado mayor de compromiso al interior de la organización. No solo se trata de ofrecer beneficios a los empleados, tales como salas de entretenimiento o barras de snack, es realmente hacer un cambio y una transformación organizacional sustentable donde realmente el ser humano sea considerado lo más importante.
A continuación encontrarás algunos de los beneficios de tener empleados felices:
Sandra Borrero Ortiz
Master Coach de IHCA
La educación que tenemos hoy en día es del siglo XVIII, el sistema organizacional con administración es del siglo XX con líderes capataces y los seres humanos son del siglo XXI donde se ha comprobado científicamente que en el ADN desde los Millennials hasta el día de hoy, tienen puntos activos en el ADN que otras generaciones no tienen o no tenían.
Cuando hablamos de Felicidad, hablamos de cómo hago yo para sentirme bien, conectándome con el compromiso sin descuidar el propósito organizacional y el propósito individual. Hoy en días las organizaciones le están dando mucha más importancia a los valores que satisfagan las necesidades emocionales, mentales y hasta espirituales (la trascendencia del ser) de cada individuo. Gracias a las nuevas generaciones, las empresas y líderes han vuelto a poner como centro de atención al ser humano, su realización personal, y su satisfacción al trabajar dentro de la organización, con el fin de alcanzar los resultados esperados pero a través de un liderazgo más humano, enfocado principalmente en las personas como pieza fundamental del éxito organizacional.
Por otro lado, cuando hablamos de felicidad, para no referirnos a un tema banal, es mejor hablar de bienestar, donde podemos ser más profundos, aunque esto implique un grado mayor de compromiso al interior de la organización. No solo se trata de ofrecer beneficios a los empleados, tales como salas de entretenimiento o barras de snack, es realmente hacer un cambio y una transformación organizacional sustentable donde realmente el ser humano sea considerado lo más importante.
A continuación encontrarás algunos de los beneficios de tener empleados felices:
- Mejoras la salud, el bienestar y la seguridad de tu equipo de trabajo
- Reduces el absentismo laboral, la rotación y las bajas laborales
- Mejoras la imagen de la empresa y el sentimiento de pertenencia
- Aumentas la motivación y el compromiso de tu equipo
- Atraes, fidelizas y potencias talento
- Consigues la integración de equipos de trabajo
- Mejoras la productividad y las ventas
Sandra Borrero Ortiz
Master Coach de IHCA