La historia que cada uno escribe de la vida se puede decir que se debe basar en el cambio continuo de circunstancias y entornos que nos permitan movernos para salir de la nuestra zona de confort para asumir nuevos retos, para interactuar en nuevos ambientes, muchas veces no por decisión propia sino más bien por una presión externa que coloca la vida. Es claro observar que cuando nosotros no generamos ese cambio voluntario sino porque nos toca, siempre vamos a llegar con un nivel de energía bajo, con la sensación de culpa o mejor dicho de víctima y del porque nos tocó y eso se ve reflejado en que no disfrutamos lo que hacemos.
Es desde ese ímpetu de superar las dificultades nos llevan a aceptar transitoriamente nuestra nueva posición, pero de igual manera muchas veces no medimos el impacto de nuestra presencia para los demás en nuestro nuevo entorno o situación, ni el de los demás hacia nosotros; y al no tener presente estas variables actuamos como dice un refrán popular “¿para dónde va la gente? Para donde va Vicente” y no siempre se puede actuar de esta manera, tratando no seguir la corriente, y dejarse llevar por el afluente de los procesos y de las circunstancias, sino hacer un alto en el camino y disfrutar cada instante, valorar lo que nos propone el entorno y que enseñanza tiene para mi este estado que me ofrece la vida; para poder librarnos de la monotonía de las circunstancias que es el mayor enemigo del progreso y de la destrucción del confort y bienestar.
El reto constante que presenta nuestro diario caminar en esta existencia es aprender a observar que cada circunstancia en la vida nos va a permitir mejor en algún momento y que todo consejo se valora ya que nos permite encontrar la sabiduría de la experiencia del otro, sin importar los títulos o los formalismos; todos en este mundo tenemos mucho que aprender y mucho que enseñar.
Entrando en el tema de la motivación es fundamental la frase de un texto llamado Fish que dice “uno no puede escoger su trabajo, pero si como hacerlo” y vuelve y nos enmarca en la situación de que cuando nos toca, o estamos enfrentados al clásico dicho “entre la espada y la pared” el ser humano puede escoger el cómo porque la acción ya te la plantea la vida.
Es clave entender que nosotros no podemos crear una cárcel en nuestro propio entorno, ni ser tan fríos como témpanos de hielo a las circunstancias diarias, el empoderamiento de las personas tanto para las empresas como para las relaciones personales es la mejor herramienta para sentirte útil y valorado.
Alexander Cárdenas Borrero
Master Coach de IHCA
Es desde ese ímpetu de superar las dificultades nos llevan a aceptar transitoriamente nuestra nueva posición, pero de igual manera muchas veces no medimos el impacto de nuestra presencia para los demás en nuestro nuevo entorno o situación, ni el de los demás hacia nosotros; y al no tener presente estas variables actuamos como dice un refrán popular “¿para dónde va la gente? Para donde va Vicente” y no siempre se puede actuar de esta manera, tratando no seguir la corriente, y dejarse llevar por el afluente de los procesos y de las circunstancias, sino hacer un alto en el camino y disfrutar cada instante, valorar lo que nos propone el entorno y que enseñanza tiene para mi este estado que me ofrece la vida; para poder librarnos de la monotonía de las circunstancias que es el mayor enemigo del progreso y de la destrucción del confort y bienestar.
El reto constante que presenta nuestro diario caminar en esta existencia es aprender a observar que cada circunstancia en la vida nos va a permitir mejor en algún momento y que todo consejo se valora ya que nos permite encontrar la sabiduría de la experiencia del otro, sin importar los títulos o los formalismos; todos en este mundo tenemos mucho que aprender y mucho que enseñar.
Entrando en el tema de la motivación es fundamental la frase de un texto llamado Fish que dice “uno no puede escoger su trabajo, pero si como hacerlo” y vuelve y nos enmarca en la situación de que cuando nos toca, o estamos enfrentados al clásico dicho “entre la espada y la pared” el ser humano puede escoger el cómo porque la acción ya te la plantea la vida.
Es clave entender que nosotros no podemos crear una cárcel en nuestro propio entorno, ni ser tan fríos como témpanos de hielo a las circunstancias diarias, el empoderamiento de las personas tanto para las empresas como para las relaciones personales es la mejor herramienta para sentirte útil y valorado.
Alexander Cárdenas Borrero
Master Coach de IHCA